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jueves, 21 de febrero de 2013

en el avión

hace ya tres semanas que volvimos de viaje y me apetece ir contando cosas.... a lo que más miedo le tenía era al viaje en avión, y es que once horas con un bebé de 20 meses que no para ni un segundo,... pues son muchas horas... y encima había que tener en cuenta un desfase horario de 7 horas,... así que no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.

la ida pillaba de día. salíamos de casa temprano por la mañana, pasábamos el día en el avión, y llegábamos al destino por la tarde (noche de aquí). salimos con retraso, y una vez superado el despegue dejamos al monito libre... y a correr pasillo alante, pasillo atrás.

lo bueno es que la gente era muy amable y le decían cosas constantemente, y que no hubo turbulencias por lo que pudo ir "suelto" todo el camino. así que, a excepción de dos pequeñas siestas, no paró en todo el viaje. y en contra de lo que puede parecer, no se me hizo nada largo.

llegamos al destino sobre las 4 de la tarde (serían las 11 de la noche de aquí) y aunque se veía al monito cansado, fue capaz de aguantar 3 horillas más, hasta caer rendido. nos acostamos pronto y a las 4 de la mañana estaba dando palmas, pero aprovechamos a organizar la maleta y ya era la hora de desayunar. ¡¡prueba superada!!

la vuelta era de noche. salíamos de allí a las 6 de la tarde (aunque también salimos con retraso) y pasábamos la noche en el avión, y llegábamos aquí a las 12 de la mañana (serían las 4 de la mañana de allí).

lo bueno es que se desfogó en el aeropuerto, pues no paró de correr y saltar, así que en cuanto subimos al avión, nos dieron de cenar y apagaron las luces, el monito cayó rendido. ¡¡increíble!! hasta conseguí soltarle en los asientos y allí iba tan contento, estirado y dormido!! nosotros dormimos bastante poco, a ratos y con mala postura, pero el monito, con un par de mini despertares, durmió toda la noche hasta las 11 de la mañana que nos abrieron las ventanas. ¡¡otra vez nos sorprendió!!

una vez en casa pensamos que podría afectarle el jet lag y que se desvelaría por la noche.... por suerte, no fue así, se echó la siesta a las 3 de la tarde y por la noche se durmió bien y aguantó toda la noche (con despertares, pero sin desvelarse).

así que los viajes, que era lo que más miedo nos daba, fueron todo un éxito, así que... ¡¡ya estamos pensando en repetir la experiencia en cuanto podamos!!

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