el monito corría por la casa y yo me tumbé en el suelo de la habitación, con la tripa al aire.
el monito llegó, se tiró encima mío, y se puso a hacerme pedorretas en la tripa. así sin más. y claro, me entró la risa floja. y cuanto más me reía yo, más pedorretas me hacía el monito.
no sé quién le ha enseñado (debo ser una espcie en vías de extinción y no sé hacer pedorretas), pero el caso es que ¡¡le salen a la perfección!!
el monito llegó, se tiró encima mío, y se puso a hacerme pedorretas en la tripa. así sin más. y claro, me entró la risa floja. y cuanto más me reía yo, más pedorretas me hacía el monito.
no sé quién le ha enseñado (debo ser una espcie en vías de extinción y no sé hacer pedorretas), pero el caso es que ¡¡le salen a la perfección!!
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